"Ahí nos duele, Antonio"

 Nunca pensé que íbamos a utilizar tu frase tan pronto, nunca pensamos que 66 Martes Santos eran suficientes para acudir a la llamada del Padre, nunca podremos dejar de verte salir de la Capilla Sacramental de visitar a nuestra Madre y a nuestro Señor y que ya nunca nos preguntes por nuestros familiares o nuestras cosas de las que estabas tan pendiente.

Nunca olvidarán los Costaleros aquel interés desmesurado en hacerlos sentir bien la primera vez que subían las escaleras para convertirse en Gladiadores. "Hola, tú eres (y te decía tu nombre). Pasa, soy Antonio. Te voy a presentar a uno de los nuestros para que te ayuden desde el primer día" y así, poco a poco te iba introduciendo en esta familia.

Ayer, un día antes del comienzo del Nuevo Curso de la Hermandad, en el mismo día de su 66 cumpleaños, nos partía el corazón la noticia del fallecimiento de nuestro hermano D. Antonio Barreno Sánchez.

Todo ha sido demasiado rápido como para notar tu ausencia en estos días en los que tu Familia ha pegado una de las chicotas más duras que se puedan pegar sin que muchos de nosotros pudiéramos alentarlos como tú siempre hacías con tu Trasera en las calles y chicotás de pelea, "Ahí le duele!!!"

Desde ayer descansas en el Tanatorio SE30, Sala 20. Hoy, a las 13:20h, allí mismo recibirás responso y todos juntos, dolidos, con el corazón apretado con uno de tus abrazos seguro te diremos: "Ahí nos duele, Antonio, ahí nos duele"

Descansa en Paz, Hermano.

Jugando con su Sueño

 

Llega ese último Martes donde la larga Primavera que se nos hizo noche fría y oscura otro Martes, el Grande, se convierte en sueño de nuevo que, con las persianas bajadas y la luz tenue de la claridad estival nos dejará jugar, como a Jesús Ochoa con su Paso, con nuestras ilusiones que regresarán entrando por las ventanas, colándose por debajo de la puerta de nuestras casas cuando menos os deis cuenta.

Cuántas penitas guardaremos dentro de nuestro corazón con tan sólo el consuelo de que allí, al final de esa escalera, pronto estaremos de nuevo renaciendo nuestras chicotás soñadas. 

Arderán de nuevo nuestros corazones, hermanos, cuando la vida regrese de nuevo a nuestros Salones, a nuestro Almacén. Si por el camino necesitais de nosotros, agarrad nuestra mano, dejad que cualquiera de nosotros os meta el fuego en los cinco sentidos, ahí estarán Los Pilateros. 

Llegará de nuevo el día en que el Pueblo condene o perdone, que revienten las Calles y nuestras Plazas, que tiemble el mármol de nuestra casa. El Martes Santo resucitará, florecerán nuestros recuerdos y volveremos a donde fuimos felices, siempre se vuelve. 

Volveremos a donde nos hicimos Hombres, donde encontramos Compañeros de por vida, donde vivimos momentos dulces y con el paso del tiempo, también vivimos el amargo de los momentos de la partida a la Casa del Padre antes de tiempo de algún Familiar, Compañero o Amigo. 

Volveremos a llorar de pena y de Alegría en ese mismo escenario que hoy echa el faldón por unos días. Regresaremos de nuevo cuando el incienso revive nuestras brasas para volver a Casa. 

La vida nunca se detiene, no paran ni las horas, ni los días, ni los meses… ni los Siglos aunque este año se paró nuestra Primavera, ésa que pensábamos iba a devolvernos aquello robado como el Mes de Abril de Sabina. 

Cuándo renazcamos agarraos a la Vida como un sueño, volved a ser niños otra vez y avivad el fuego de vuestro deseo. 

Levantad, saltad, caminad y disfrutad que la vida nos da a todos otra oportunidad. 

Dadle Amor y Cariño a cada Hermano que tengáis a vuestro lado. 

Abrazad el palo con el corazón y vivid cada Chicotá hasta exprimirla porque ninguno sabemos cual es la última. 

Y si de lo que queda atrás guardamos algo, compañero de mi alma, (Arriba el Hijo de Dios) es recordar la vida eterna que a tu lado nosotros vivimos. 

En cada peldaño, un hermano.

 Seguro que no será un año duro, aunque sí es largo el tiempo que cualquier hermano de San Benito recorrerá hasta ver a nuestros Titulares en la calle.

No flaqueeis, en cada peldaño de éstos trescientos cincuenta y tantos días tendreis a un hermano fajado, con la ropa puesta y preparado para cuando os haga falta. Así somos, así estamos.

Aquí vamos a necesitarnos unos y otros para seguir llevando la Alegría que a veces nos hace falta o echamos de menos.

El Señor hacía falta en muchas familias que desde 2019 han visto alguna silla vacía en la mesa de cada casa. 

Aún a pesar de la lluvia, como siempre nos enseñaron, la Reina de los Pobres, Madre Angelita, tuvo su ofrenda como la tendrán nuestras Hermanas Clarisas de Santa María de Jesús. Esta Cuadrilla es así.

Ellos, los que nos faltan, siguen ahí, esperando como el Hijo de Dios les tiende su mano para el paseo de los Martes, de esos Martes que nos robó una Pandemia y nos mojaron tantas lágrimas.

Presentando al Cantor

Ya es hoy tu Primer Martes en el que nos tendrás a todos más lejos y a Él más cerca, hoy es tu Primer Martes en el que sin ser las 4 de la tarde ya estarás siendo su maniguetero a compás.

Es tu primer Martes reunido con tus niños de la Calzá, con todos esos niños con los que tanto te sentabas, jugabas y aprendías. Es tu primer Martes de nuevo con el Capataz Eterno del Señor, esta vez te Presentará a ti como 39 veces hizo con Él en ese Martes, el de las 4 de la tarde que tarda tanto en volver y ha perdido tantos hermanos como hojas de esos dos almanaques para olvidar

Ésta será una Primavera diferente, si fuésemos niños te diría que mi Padre estaría a punto de aparecer por casa con vuestro último vinilo comprado en Radio Luz y que ese surco lleno de sevillanas siempre navegaría en nuestra mente cuando la Ciudad, ésa a la que tanto cantaste, viva sus mejores luces.

Siempre nos quedará tu legado, tu obra, tu recuerdo que vive en cada garganta de cada Hermano de San Benito cuando nos de por cantar tus coplas, las de tus Hermanos de Híspalis, ésas que siempre nos llevan a disfrutar del cielo azul de esta Tierra Mariana que El Cachorro nunca ha visto.

Vivirás eternamente en nosotros, seguirás marcando el compás como esos últimos Martes en los que después de dar tus 4 de la tarde, agarrabas la manigueta como si fuera la mano del Señor que siempre tuviste cerca.

Descansa, Hermano, descansa y disfruta de los tuyos de ahí arriba que la próxima vez que en ese Martes sean las 4 de la tarde, estaremos todos mirando al balcón azul donde seguro os veremos sonreír y brindar por tu Barrio, por tu Calzada en Gran Fiesta.