Cuàndo fue la primera vez que cojìsteis la mano de vuestra Madre para subiros a una silla y que os probase la tùnica blanca? Lo recordais?
Cuàndo fue la primera vez que vuestra Madre os diò la mano para ayudaros a subir esas benditas escaleras que nos llevaban hacia los comienzos de la Gloria de cada Martes Santo para sacar la papeleta de sitio?
Cuàndo fue la primera vez que le dìsteis la mano a vuestra Madre para ayudaros a entrar en el Asilo de las Hermanitas de los Pobres y ayudaros a entrar donde forman cada año los tramos infantiles? Os acordais?
Cuàndo fue la primera vez que de la mano de vuestra Madre salìsteis por la puerta de la Iglesia bien con un cestito de caramelos de la ilusiòn o de una varita?
Cuàndo fue la primera vez que de la mano de vuestra Madre subìais ese Puente adoquinado que hacìa adentrarnos intramuros de la ciudad y que servìa de punto de referencia para pequeñas metas de aguantar en la cofradìa hasta la "Puertacarmona"?
Cuàndo fue la primera vez que le dìsteis la mano a vuestra Abuela para enseñarles las fotos de nuestros Cristos y Vìrgenes y decidles que seguìais hasta màs adelante sin saliros de la fila?
Conozco, muchos de vosotros imagino que tambièn, a un amigo, un hermano de San Benito, Luis Tovar, que el pasado Martes Santo y gracias a la Hermandad y especialmente a Antonio Gutièrrez pudo dar un ùltimo paseo por Sevilla de la Mano de su Madre y de la mano de nuestra Madre de la Encarnaciòn. A èl y a su familia va dedicado este pequeño rincòn.
Su Madre, fallecida el pasado Enero de 2010 usaba una pulsera con una moneda de oro que fue de la mano derecha de la Virgen en la Salida Procesional. En la foto que me facilita el propio Luis podeis apreciarla.
Ahora es tiempo de recuerdos, es tiempo de nostalgia por todos los que ya no estàn con nosotros pero habitan en nuestra memoria y en nuestros corazones.
Ya sabeis que uno de los lemas de la Cuadrilla de la Presentaciòn es que "Tenemos que andar con ALEGRÌA" y creo que Luis y su familia siempre llevaràn en el recuerdo, con Alegrìa, cada vez que su Madre les diò la mano para ayudarlos a hacer cualquier cosa. Seguro que aùn pueden sentir el calor de Ella cada vez que lo necesiten.
Un abrazo Hermano.
Llevas toda la razon Juan en tus palabras, muchos de nosotros se nos vienen en a la memoria esas estampas que tu comentas, la sillita y la tunica, la escalera de la hermandad, los nervios en el patio de las hermanitas de los pobres...que recuerdos si señor!!
ResponderEliminarNo tengo palabras Juan para agradecerte la emoción que me han producido tus palabras y los recuerdos que me han venido a la cabeza, cuando llegaba la Semana Santa y mi madre me preparaba la túnica para que el Martes Santo salíera impecable con mi hermandad.
ResponderEliminarAhora que ya no está ,solo me quedan esos bonitos recuerdos de ella y lo mucho que le gustaba ver a su cofradía por el barrio.
Gracías Juan por tus palabras dedicadas,por este pequeño rincón dedicado a ella y por todos esos recuerdos bonitos que se nos vienen a la cabeza.
Un abrazo hermano.
Soy hijo de Luis y Juan tengo que decirte que es una entrada preciosa y que muchas gracias por subir esta entrada a tu blog. También me da mucha pena que ahora que mi abuela no está no me pueda ver saliendo como componente de la AM Redención, y en un futuro de la AM Encarnación, una pena, pero desde el cielo sé que me estará viendo. Un abrazo y gracias de nuevo.
ResponderEliminarQuerido Luis, no tengo el placer de conocerte pero ya te digo que si tu Abuela, y tu Padre te inculcaron esto seguro lo llevaràs como emblema en la vida. Espero poder hacerme una foto con vosotros el pròximo Martes Santo y estar un ratito juntos. Un abrazo y gracias a tu Abuela por dejaros la herencia de amar al Hijo de Dios y a su Bendita Madre.
ResponderEliminarVengo del Vía Crucis del Santísimo Cristo de la Sangre y he conocido al Padre de mi amigo Luis. Un honor, un placer haber estado un ratito juntos. Gracias por todas las palabras que usted me ha dicho y sólo por sacar un ratito para escribir lo que seguro vuestros corazones sienten cuando nuestras madres hacían eso. Ahora le pongo cara a los sentimientos. Gracias, de corazón, hermanos. Os buscaré por el sexto Tramo.
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