Seguro que no será un año duro, aunque sí es largo el tiempo que cualquier hermano de San Benito recorrerá hasta ver a nuestros Titulares en la calle.
No flaqueeis, en cada peldaño de éstos trescientos cincuenta y tantos días tendreis a un hermano fajado, con la ropa puesta y preparado para cuando os haga falta. Así somos, así estamos.
Aquí vamos a necesitarnos unos y otros para seguir llevando la Alegría que a veces nos hace falta o echamos de menos.
El Señor hacía falta en muchas familias que desde 2019 han visto alguna silla vacía en la mesa de cada casa.
Aún a pesar de la lluvia, como siempre nos enseñaron, la Reina de los Pobres, Madre Angelita, tuvo su ofrenda como la tendrán nuestras Hermanas Clarisas de Santa María de Jesús. Esta Cuadrilla es así.
Ellos, los que nos faltan, siguen ahí, esperando como el Hijo de Dios les tiende su mano para el paseo de los Martes, de esos Martes que nos robó una Pandemia y nos mojaron tantas lágrimas.
Más alto se podría decir. Pero más claro imposible. Arriba El Hijo de Dios y arriba todos aquellos que Lo Amán.
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