martes, 27 de octubre de 2020

Templanza

 Hoy es Martes y como siempre sabemos aquí, los Martes siempre salen bien las cosas.

Hoy me ha venido a la cabeza aquella foto que hice cuando todos estábamos nerviosos por lo que estaba sucediendo desde que el Paso estaba en Muro de los Navarros dispuesto a, tras un "izquierdalante, poco a poco" coger Calle Santiago para postrar al Hijo de Dios ante los Hermanos de la Redención, hasta que llegamos a casa después de ese majestuoso andar por entre el Pueblo, su Pueblo y llegar a casa lo más rápido posible para no dañar nada a nuestros Titulares.

Hoy, esta mañana temprano, me he acordado de la Templanza del Maestro cuando bajada la rampa los rayos de sol reflejaban en la canastilla la tímida apertura del Cielo que hacía hundirnos más en lo acontecido. El Maestro resuelve su momento transmitiendo tranquilidad, serenidad y ordenando la maniobra sin titubeos, conociendo al dedillo cada loseta del mármol bendito de nuestra casa que se endulza un par de veces cada año, cada Martes.

Hoy es Martes y a mi me apetecía hoy contaros ésto que vimos los que allí estábamos derrotados en  nuestro abismo tenebroso de la lluvia, en la mirada perdida en ese capote para que ya retengamos en nuestra retina la imagen y nunca poder volverlo a ver.

Allí él nos dió una lección de Alegría al hacer su trabajo sereno, tranquilo a pesar de estar, seguro, tan dolido como cualquiera.

Hoy a mi me apetecía escribir ésto y transmitir Alegría allí donde seguro hace falta.



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