Es con eso con lo que muchas veces hemos soñado. Era ese el "Milagro" que cada Martes Santo se producìa en la Calle Oriente. Còmo podìa salir ese Barco, còmo Poncio Pilatos casi se metìa a saludar en la Casa de enfrente.
Muchos habremos estado toda la infancia vièndolo salir desde detràs de la Banda. Muchos habremos soñado con poder estar debajo en algùn momento de esa Salida.
Muchos son los esfuerzos hasta poder hacerlo, y los disgustos y còmo no, La ALEGRÌA de sentirte privilegiado de estar debajo y haberlo experimentado.
Atiendo a la Llamada del Capataz para poner estas fotos que quizàs fueran de la ùltima Salida con la Casa màs privilegiada que tuvo siempre que dar paso a la pregunta del Gobernador de Judea: "Señores, dan su permiso para Presentarlo a Sevilla?
esas fotos, hermano, me han retrotaido a mi cuasi niñez, juventud, y crecimiento en la vida, son de lo mejor que he visto, y mira que durante muchos años (pocos, desde mi punto de vista)lo he vivido.
ResponderEliminarCuando veo esa revira, vuelven a aflorarme las lagrimas, las mismas lagrimas, que un 10 de abril del 79, derrame en mi primera salida.
GRACIAS, hermano, MUCHAS GRACIAS. DIONI.
Os voy a contar una cosita que me contaban mis mayores. Antiguamente en esa casa de esquina había un bar, en el estuvo por un tiempo mi abuela en la cocina ayudando mientras el dueño encontraba una cocinera , el dueño era D. Pedro Arroyo y en aquella época algunos decían eres mas borracho que el Pilatos que cuando sale lo primero que hace es meterse en el bar. José María.
ResponderEliminar¿Cuánto mide al cuello la primera trbajadera?
ResponderEliminarEstimado Amigo Anònimo, es norma en este Blog darse a conocer por lo que para que le demos el trato que usted se merece le rogamos se identifique. Muchas gracias.
ResponderEliminarCon la wasita nuestra, ahora me entero yo que las Trabajaderas tienen cuello.
Empiece por algo màs sencillo, hombre, acuda usted a la Igualà cada año y compruebe si tiene sitio, si està dentro de la medida de la Cuadrilla...etc
Ninguno sabemos cuando el Señor nos pondrà debajo, no desista.
Un abrazo.