Nosotros, Los Pilateros, soñamos con esa carta que desde Oriente, desde la Calle Oriente nos enviarìa nuestro particular Mago de la Ilusiòn.
Para todos, lo que esta carta nos trae es el Regalo soñado durante tantos años cuando, ya desde niños, el Lienzo, la Arpillera y la Faja eran nuestro Oro, Incienso y Mirra. Durante tantos ensayos intentando aprender de esos privilegiados que nos hacìan ser felices cada Martes Santo despuès de que el Tribuno de Judea saludase a los vecinos de esa bendita Casa de enfrente. Durante tantos Martes Santos cada vez que una chicotà, una palillera o una marcha nos hacìa estar debajo de ÈL aùn portando Cruz o Luz. Durante tantas anècdotas de familiares que la esperaban o encendìan en nosotros el deseo de dicha espera, de esa bendita espera que seguro cada uno recordamos como el primer dìa.
Atràs quedan esos comienzos donde la "Carroza" debìa recoger y aglutinar "Hombres" que pudieran hacer de esa Ilusiòn una realidad, una Bendita Realidad de la que todavìa podemos disfrutar nosotros.
Por eso y sòlo por eso, en este tiempo en el que los niños envìan cartas, nosotros recibimos Ilusiòn. Recibimos la posibilidad del disfrute despuès del Trabajo bien hecho, recibimos la confianza depositada por el Mago de la Calle Oriente y por la Hermandad en realizar un duro, sì, es duro, Trabajo. Pero mejor sabe cuando nos vemos las caras a la vuelta. Cuando Èl ya descansa en el frìo marmol que une corazones y madera.
Ya sòlo queda saborear esto que se nos viene encima y degustarlo con cariño y fino paladar. Quedan 89 dìas para la Gloria. Quedan 16 dìas para de nuevo renovar nuestra ilusiòn de acudir a nuestra Hermandad a Igualarnos como aquella primera vez hace ya tantos años.
Por ello, me atrevo a aconsejar a aquellos que buscan el premio de Pasearlo como la gente de San Benito sabe, que no decaigan si reciben Carbòn Dulce, que siempre la Esperanza, la Esperanza de Todos los Mortales, debe estar en nosotros y en los jòvenes que esperan esta ansiada epìstola.
Pilateros, disfrutemos de la Magia de la Ilusiòn que, aùn con tanta tecnologìa, nos transmite esa Bendita Carta de nuestra Hermandad, de Nuestra Cuadrilla.